ECOSAN S.A, empresa de soluciones y construcción modular, ha sido elegida para la construcción del campamento para las obras del gasoducto Néstor Kirchner, que ampliará la capacidad del sistema de transporte de gas y optimizar su utilización. Desde hace casi 3 décadas, ECOSAN desarrolla brinda soluciones sanitarias, campamentos y habitabilidad para la industria de la minería. En este caso, estará al frente de la puesta en marcha de dos campamentos para alojar a unos 2 mil operarios que trabajarán en la zona con el tendido del gasoducto, donde van a instalarse para trabajar hasta finalizar la obra.
Se prevé que esta obra esté terminada para mediados del 2023 con efectos inmediatos, permitiendo al país ser más operativo a nivel industrial, reduciendo las importaciones de gas desde Bolivia y abasteciendo al mercado interno de forma competitiva, lo que implicaría un cambio importante en la matriz importadora de este recurso energético clave.
“Esta obra permite dar respuesta, reduciendo los tiempos de ejecución e instalación, optimizando los recursos empleando materiales de alta calidad en las terminaciones. Además, cumplen con estrictos criterios de sustentabilidad, permitiendo la optimización de la aislación térmica, que redunda en un importante ahorro energético, el cuidado del agua, propio de la construcción en seco y el uso eficiente de materiales logrado a partir de la modulación en base a piezas prefabricadas que evita los desperdicios”, comenta Juan Pablo Rudoni, presidente de ECOSAN.
Estos campamentos disponen de comedor con cocina, dormitorios con camas y baños, roperos, aire acondicionado, vestuarios. Tienen todo lo que se requiere para que se puedan instalar. La misma se comenzó a fabricar en el mes de octubre en las plantas de ECOSAN de Don Torcuato y Córdoba. Realizada bajo una estructura metálica de rápido montaje, con muros y tabiques de termopaneles sándwich, carpinterías de aluminio, instalaciones ocultas, cielorrasos, pisos vinílicos, terminaciones y artefactos de primera marca.
La primera etapa del gasoducto estará en Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires, y va a permitir el aumento en 11.000.000 m3/día el suministro a usuarios y usinas de AMBA, reemplazando importaciones de combustibles con gas de Vaca Muerta.
La cabecera del gasoducto estará en Tratayén, provincia de Neuquén, para inyectar desde Vaca Muerta la producción de gas que hoy no puede evacuarse por falta de capacidad de transporte.
La escala final será San Jerónimo en Santa Fe, realizando obras en el actual sistema norte de gasoductos, se podrá abastecer el GNEA, reforzar el suministro de las provincias del NOA y los excedentes poder exportarlos a Brasil.